martes, 19 de junio de 2012

Tipología de las fuentes escritas

Me gustaría, para este tema, resaltar la referencia al autor Arostegui y al fragmento del libro: "La Investigación histórica: teoría y método", que nos proporcionó la profesora de la asignatura Queralt Sole, el cual explica un proceso metodológico que puede ser llevado a cabo en una investigación histórica.

Explica que la tradicional concepción de "fuentes históricas" como la documentación original debe ser substituida, para pasar a ser una parcela específica de una concepción más amplia denominada "documentación". El único tratamiento de los documentos originales lo denomina como positivismo y afirma que debe ser un tipo más de tratamiento de la documentación.

Dice que la concepción de fuentes históricas debe ser subtituida por "fuentes para la historia", admitiendo un panorama más amplio de fuentes que van desde los testimonios, las huellas o cualquier elemento referente al tema que se va a investigar.

Afirma que han quedado obsoletas estas tres viejas concepciones: la de las fuentes de la historia y su crítica como el origen de toda investigación, la distinción entre fuentes primerias y secundarias y la concepción tradicional de las ciencias auxiliares de la historia. Así que define la fuente histórica como "en un principio, todo aquel objeto material, instrumento, herramienta, símbolo o discurso intelectual, que procede de la creatividad humana, a cuyo a través puede inferirse algo acerca de una determinada situación social en el tiempo", reformulando la idea de fuente histórica a un contexto más adecuado que es el de información documental.

De esta forma clasifica las fuentes siguiendo diversos criterios en:


  • Las fuentes directas e indirectas: las fuentes directas serían los documentos originales antiguos que aún no han sido estudiados, y las fuentes indirectas serían la información proporcionada por autores que ya han estudiado fuentes directas. 
Fuente directa
    • En el criterio intencional intervendría el hecho de si están hechas para constituir un testimonio histórico y perdurar en el tiempo o si es un documento realizado sin ningún tipo de voluntad hacia perdurar como un documento administrativo. Entendiendo que la forma de producción de un documento es
      esencial en cualquier análisis de la información que transmite.
    • Criterio cualitativo, en este interviene la propia naturaleza de la fuente, este criterio se basa en la diferenciación del tipo de lectura que puede hacerse de una fuente. Una fuente puede aportar dos cosas: su materialidad y el mensaje que expresa, aquello documentos cuyo valor informativo reside en su propia materialidad son materiales y aquellos cuya identidad y valor reside en el mensaje son culturales. Después, dentro de las fuentes culturales, se hace la diferencia entre fuentes verbales/no verbales y dentro de las verbales se hace la diferencia entre narrativas/no narrativas, criterio basado en el discurso textual. 
      Restos arqueológicos

      Material epigráfico Cana de Panamá
      • Criterio cuantitativo, en este interviene el factor de si son fuentes seriadas o no seriadas, las seriadas constituirían un conjunto de informaciones que admiten el uso de los concepto de variable y que dan cuenta de un hecho repetido o redundante. Las fuentes pueden ser seriadas, es decir, que ya lo estén en su naturaleza o seriables, que las podamos seriar nosotros si es útil para la investigación. Este caracter reside principalmente en si de una fuente puede extraerse un contenido numérico o no, para poder llevar a cabo un estudio estadístico.
      Por último, afirma que la concepción de crítica de las fuentes debería de ser suplantado por análisis documental, que es un estudio más amplio donde no sólo se emplea la crítica de las fuentes sino de otros métodos analíticos.

      Este artículo me recordó a una vieja discusión de dos investigadores de Historia Antigua, Geza Alföldy que apostaba por proceder sin método, analizando las fuentes disponibles y Bravo Castañeda, que afirmaba que una investigación no podía realizarse sin un método histórico. Además, discutían sobre la propia concepción de la Historia Antigua como parte de las Ciencias de la Antiguedad (Arqueología, numismática) y no en las Ciencias Históricas, diferenciándola de la historia moderna o contemporánea, ya que éstas últimas poseían mayor información documental. De hecho, Bravo Castañeda critica a Alföldy diciéndole que "escribe historia como si fuera contemporánea". El debate de si el uso de las fuentes en un sentido positivista es correcto o incorrecto ha sido llevado a cabo por todos los historiadores de todas las épocas.

      Para saber más acerca de la discusión de estos autores:



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